“Pensé que era mi responsabilidad, que era un reto que debía aceptar. Para el viernes antes de confinarnos yo ya estaba pringada”, recuerda la viróloga Margarita del Val dos años después de que todo estallara. Marga, como la conocen en su entorno, entró a partir de ese momento en las casas españolas para hacernos sentir “más seguros dentro de la incertidumbre” de la pandemia de covid. Su imagen se polarizó, como todo en esta crisis, y mientras unos veneraban sus consejos, otros maldecían sus advertencias. Ahora, tras un máster maratoniano de comunicación de riesgos, Del Val (Madrid, 62 años) sigue al frente de la plataforma de Salud Global del CSIC, la más grande de la mayor institución científica española. Y reconoce entre risas que no va a echar de menos a los medios cuando todo se calme, después de dos años presente en todos los informativos del país.