Entre unos laboratorios llenos de probetas y las consultas de oncología repletas de pacientes del Hospital Sant Pau de Barcelona se ha cocinado la última bala contra algunos tipos de linfomas refractarios a todos los tratamientos: el CAR-T30, una nueva terapia experimental que, en estudios preliminares, ha mostrado los primeros signos de eficacia contra linfomas de Hodgkin que no responden a los fármacos convencionales. La terapia sigue la técnica de otros CAR-T, que extraen los linfocitos T de los pacientes para mejorarlos en el laboratorio y volver a inyectarlos en el organismo para que reconozcan y aniquilen mejor las células cancerosas. El CAR-T30, diseñado y desarrollado íntegramente en el Sant Pau, se ha probado con 10 pacientes en un ensayo en fase I para demostrar su seguridad, pero ya ha dado también las primeras muestras de eficacia: la mitad de los enfermos han tenido una remisión completa. Habrá que ver, no obstante, si esta desaparición del tumor se consolida en el tiempo y si los resultados se replican en nuevos ensayos con más pacientes. Este estudio inicial todavía no ha sido publicado aún en ninguna revista científica, pero sí se han presentado en el Congreso Europeo de Hematología esta semana.