Los humanos ya controlaban el fuego en Europa 50.000 años antes de lo que se creía

Uno de los mayores hitos en la historia humana es, sin duda, el control del fuego. La introducción y la rápida expansión de su uso, en efecto, marcó en nuestros antepasados una diferencia fundamental con el resto de los animales. Considerado como un importante hito tecnológico de nuestra especie, el fuego permitió no solo cocinar los alimentos, sino protegerse del frío y, por supuesto, defenderse del ataque de otros depredadores o enemigos con ‘incendios controlados’. Sin embargo, determinar con precisión cuándo comenzó nuestra relación con el fuego y cómo evolucionó después constituye una tarea extremadamente difícil, ya que no abundan los lugares en que los restos geoquímicos que deja el fuego se encuentren cerca de fósiles humanos. Ahora, un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigación Sobre la Evolución Humana (CENIEH), en Burgos, el Instituto de Evolución en África (IDEA), asociado con la Universidad de Alcalá, y la Universidad de Edimburgo ha hallado evidencia del uso controlado del fuego en el yacimiento de Valdocarros II, a orillas del río Jarama, en Madrid, con una antigüedad de 250.000 años, lo cual hace retroceder la evidencia más temprana de control de incendios en Europa en 50.000 años. El hallazgo se ha publicado en ‘Nature Scientific Reports’. Noticia Relacionada estandar No El primer beso romántico de la humanidad, en Mesopotamia hace 4.500 años Judith de Jorge Investigadores retroceden mil años la aparición de esta práctica amorosa, que se extendió a otras regiones al tiempo que propagaba el virus del herpes simple Usar el fuego no es controlarlo Desde luego, existen numerosas pruebas anteriores que demuestran que homínidos mucho más antiguos ya explotaban las ventajas del fuego (como en sitios de Sudáfrica y Kenia, con restos de animales quemados hace 1,5 millones de años), pero parece claro que se trataba del simple aprovechamiento oportunista de las brasas de un incendio forestal de origen natural para cocinar alimentos. El uso controlado del fuego, sin embargo, donde son los propios humanos los que lo inician intencionadamente y después controlan su extensión y temperatura, es algo completamente distinto. Y eso es precisamente lo que se ha encontrado en el yacimiento madrileño. En Europa, el uso generalizado del fuego por parte de distintas especies de homininos se remonta a hace unos 350.000 años, pero hay razones para pensar que, una vez más, se trataba más de aprovechar rayos o incendios forestales de origen natural que de hacer y controlar el fuego con una intención predefinida. El control del fuego por parte de los humanos, probablemente, se desarrolló gradualmente a lo largo de muchos miles de años. Antes de los nuevos hallazgos, las pruebas indiscutibles y más antiguas de control de incendios en Europa eran las halladas en Menez-Dregan, en Francia, y en la cueva de Bolomor, en España, que datan de hace unos 200.000 años. Por eso, la evidencia hallada en el yacimiento de Valdocarros II, de 250.000 años de antigüedad, constituye un nuevo punto de referencia para comprender cómo evolucionó nuestra relación con el fuego. Biomarcadores e hidrocarburos poliaromáticos Los biomarcadores de lípidos hallados en Valdocarros indican que el combustible utilizado para causar el incendio fueron pinos en descomposición. En concreto, los investigadores hallaron una serie de moléculas llamadas ‘hidrocarburos poliaromáticos’ (PAH) que son el producto de una combustión incompleta. Es decir, que esos pinos en descomposición se quemaron a bajas temperaturas (no más de 350 grados) y durante periodos cortos de tiempo, lo ideal para cocinar alimentos, ya que temperaturas más altas habrían carbonizado el exterior de la carne dejando crudo el interior. Parece claro, por lo tanto, que los fuegos de Valdocarros II se utilizaron para cocinar, algo que se deduce también de la presencia en el lugar de un rico registro fósil de mamíferos, como ciervos o uros (que son los antepasados del ganado doméstico actual) de hasta 1.500 kg de peso. En resumen, los investigadores creen que los homínidos que habitaron el lugar reúnen todos los requisitos necesarios para controlar el fuego: uso de recursos específicos como la madera de pino en descomposición; actividades específicas, como los fuegos de baja temperatura utilizados para cocinar; e intención, que puede estar implícita en la necesidad de transportar grandes cadáveres a un único lugar, donde se estaba utilizando el fuego. MÁS INFORMACIÓN noticia No El extraño animal que cruzó un continente para intentar escapar de la Gran Muerte noticia No La neurociencia explica por qué la víctima puede quedarse paralizada durante una violación Por todo ello, y a pesar de no ser el yacimiento más antiguo con indicios de fuego controlado, Valdocarros II es, sin duda, un significativo punto de referencia en el curso de la evolución humana, ya que establece un límite de tiempo claro en el surgimiento de una de las características que mejor nos definen como humanos.