Conversar con el biólogo mexicano Antonio Lazcano (Tijuana, 72 años) difícilmente es limitarse a hablar de origen de la vida, el tema al cual ha dedicado su carrera de investigador. Culto y refinado, Lazcano se define a sí mismo “anarquista monárquico” (“Si vas a tener un déspota como gobernante, más te vale tener un déspota ilustrado”, comenta socarrón). Habla de filosofía, historia, política y arte con la misma soltura y profundidad con las que arrastra al oyente para descubrir las fronteras de la investigación sobre los primeros conglomerados celulares que podemos considerar “vivos”.