The world is running out of insects

En 1995 la campiña inglesa vivió la sequía más intensa en lo que iba de siglo. Entre sus víctimas estuvo la mariposa de la col, cuyas poblaciones descendieron en un 66%. Pero el declive llegó casi al colapso en las zonas más fragmentadas por la agricultura. Una investigación publicada 20 años después mostró además que en los hábitats menos alterados estos lepidópteros se habían recuperado, no así en las zonas de cultivo. Ahora, el estudio de 800.000 registros de casi 18.000 especies obtenidos de 6.095 partes del planeta eleva a global el drama de estas mariposas: allí donde coinciden la agricultura intensiva con un mayor cambio climático local, la abundancia de insectos es casi la mitad que en las zonas menos deterioradas por las acciones humanas.

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