Si realmente existen, el ‘anonimato’ de los enigmáticos agujeros de gusano podría tener los días contados. O por lo menos eso es lo que piensa un equipo de investigadores encabezado por el físico Lei-Hua Liu, de la universidad china de Jishou. En un artículo publicado en Physical Review D , Liu y sus colegas proponen que, de existir, estos hipotéticos ‘portales’ espaciales deberían ser capaces de magnificar la luz de objetos distantes hasta 100.000 veces, lo cual puede ser la clave que se necesitaba para encontrarlos. En teoría, los agujeros de gusano, predichos por Einstein hace más de un siglo pero aún no observados directamente, constan de dos extremos en forma de embudo, cada uno en un lugar del Universo pero conectados entre sí por un túnel o garganta. Si entramos por uno de los extremos, saldremos casi de inmediato por el otro sin necesidad de recorrer, viajando por el espacio, la distancia que los separa. Para entenderlo mejor, imagine que marca dos puntos en las esquinas de un folio y los une trazando una línea. Esa línea es la distancia que deberíamos recorrer para ir de uno a otro. Pero si dobla el folio de forma que los dos puntos se toquen, y los atraviesa con un lápiz, habrá conseguido un agujero de gusano, un atajo que permite llegar de un punto a otro de forma inmediata y sin tener que recorrer la línea. Noticia Relacionada estandar No Simulan el atajo espacio-tiempo de un agujero de gusano gracias a un ordenador cuántico Patricia Biosca Físicos de Caltech han podido aunar las (hasta ahora) incompatibles teoría de la relatividad general y mecánica cuántica. Este experimento abre una vía a estudiar fenómenos astronómicos en futuras máquinas cuánticas Hasta ahora, nadie ha conseguido demostrar que esos objetos existen realmente, pero los físicos llevan décadas enteras tratando de averiguar qué aspecto y comportamiento tendrían y qué se podría hacer para reconocerlos. Después de todo, la misma situación se dió hace alrededor de cincuenta años con los agujeros negros: a pesar de estar predichos por la teoría de la Relatividad, nadie, ni el propio Einstein, creía que esos monstruosos objetos pudieran existir en la realidad. Hasta que se descubrió el primero y nuestra visión del Universo cambió para siempre. Microlentes gravitacionales En el nuevo artículo, los investigadores proponen un modelo para simular un agujero de gusano esférico cargado eléctricamente y los efectos que tendría en el espacio que lo rodea. El objetivo del trabajo era averiguar si los agujeros de gusano podrían, o no, detectarse por los efectos observados en su entorno. Según el estudio, los agujeros de gusano podrían ser lo suficientemente masivos como para causar un conocido efecto descrito en la Relatividad y ampliamente utilizado en astronomía: el efecto de microlente gravitacional. Einstein demostró que cualquier objeto masivo (estrellas, galaxias) es capaz de curvar el tejido mismo del espacio tiempo igual que lo haría una esfera metálica colocada sobre una cama recién hecha. Esa curvatura provoca que la luz que pasa lo suficientemente cerca de ellos abandone su trayectoria recta y se también se curve, igual que lo haría una canica deslizándose por la pendiente creada por la esfera metálica sobre la cama. Pues bien, esa luz ‘doblada’ tiene la capacidad de magnificar, como lo haría una lupa, lo que hay detrás del objeto masivo, haciendo que todo parezca más cercano. El efecto de microlente permite a los astrónomos utilizar objetos muy masivos, como galaxias y agujeros negros, para observar objetos extremadamente distantes detrás de ellos y que de otra forma quedarían fuera del alcance de los telescopios. Es así, precisamente, como se consiguen ver las estrellas y galaxias del Universo primitivo. ¿Cómo distinguirlos? En su artículo, Liu y sus colegas argumentan que los agujeros de gusano, igual que los agujeros negros, deberían ser lo suficientemente masivos como para causar este efecto y magnificar los objetos distantes que hay detrás de ellos. Ahora bien, ¿cómo distinguir entre el efecto de microlente causado por un agujero negro y el provocado por un agujero de gusano? Según Liu, ambos objetos magnificarían la luz de forma muy diferente, lo cual permitiría a los científicos diferenciarlos. Por ejemplo, se sabe que la microlente a través de un agujero negro produce cuatro imágenes especulares del objeto detrás de él. La microlente a través de un agujero de gusano, sin embargo, produciría tres imágenes: dos tenues y una muy brillante, según muestran las simulaciones de los autores. El problema, dice el investigador es que ‘ahí fuera’ hay multitud de objetos, desde galaxias a agujeros negros o estrellas, que también producen un efecto de microlente gravitacional. ¿Cómo encontrar los causados por agujeros de gusano sin tener siquiera una pista de por dónde empezar a buscar? El desafío es algo similar a tratar de distinguir el susurro de una única persona en medio de un concierto de rock. MÁS INFORMACIÓN noticia No Odisea en la Estación Espacial Internacional: dos naves rusas rotas, tres astronautas atrapados y muchas dudas flotando noticia No Sagitario A se ‘merienda’ una nube de gas 50 veces mayor que la Tierra ante los ojos de los astrónomos En resumen, Liu y su equipo han dado con una interesante forma de identificar agujeros de gusano. Ahora sólo hay que saber dónde y cómo aplicarla.