Gene Cernan y Harrison Schmitt, de la misión Apolo 17 de la NASA, fueron los últimos en visitar la Luna. Desde entonces, ninguna persona ha ido más allá de la Estación Espacial Internacional, a 400 kilómetros sobre nuestras cabezas. Y la situación se mantendrá así durante algún tiempo, hasta que en noviembre del año que viene los astronautas Christina Koch, Jimmy Hansen, el piloto Victor Glover y el comandante de la misión Gregory Glover suban en el imponente megacohete Space Lauch System (SLS) y su recién estrenada cápsula Orion y alcancen una distancia más de 900 veces mayor, a 370.000 kilómetros desde aquí, por detrás de la Luna. Ellos, según ha revelado este martes la agencia espacial estadounidense, son los elegidos para hacer historia con Artemis II, que será el pistoletazo de salida a las misiones tripuladas del nuevo programa lunar de la NASA. Aunque esta vez, a diferencia del Programa Apolo, nos quedaremos a ‘vivir’ allí , creando bases permanentes que nos permitan, entre otras cosas, prepararnos para la siguiente gran conquista: Marte. Noticia Relacionada estandar Si Andrés Martínez, de la NASA: «Yo no elegiría la Luna para mis vacaciones, pero entiendo que haya quien desee ir» Patricia Biosca El responsable del programa de Pequeños Satélites y Sistemas Avanzados de la agencia espacial estadounidense charla con ABC sobre el presente y futuro de la humanidad en el espacio Un largo camino no exento de contratiempos La misión inicial Artemis I, que tuvo que enfrentarse a varios retrasos (motivados por circunstancias que fueron desde la pandemia hasta fugas en el sistema de lanzamiento, pasando por un huracán), se completó con éxito en diciembre de 2022, coronando el lanzamiento inaugural del SLS junto con la nave espacial Orion, que de momento no ha sido tripulada por ningún equipo humano. No fue un viaje del todo ‘tranquilo’: se registraron varias ‘anomalías’ durante el camino y varios de los pequeños satélites que viajaban en la misión acabaron también malogrados. A pesar de todo, desde la NASA mandan un mensaje de tranquilidad: aseguran que Artemis I sirvió para poner la ‘maquinaria al límite’, y que tanto SLS como Orion son completamente seguros y están preparados para llevar a la nueva generación de astronautas a la Luna. Artemis II emulará el mismo trayecto, si bien en un periodo de tiempo más corto: 10 días. Durante esa semana y media recorrerá 2,3 millones de kilómetros, demostrando que todo el equipo de soporte vital de Orion y los sistemas complementarios funcionan correctamente, esta vez con astronautas a bordo. El lanzamiento está previsto para noviembre de 2024. Recorrido de la misión Artemis II nasa Si la misión culmina con éxito, la NASA lanzará Artemis I no más pronto de 2025. En esta misión sí que los astronautas, entre ellos la primera mujer y la primera persona de raza negra, alunizarán en nuestro satélite, emulando el momento en el que Neil Armstrong y Buzz Aldrin, pero más de 50 años después. No tocarán tierra en el mismo lugar: para esta vez se ha elegido el polo sur lunar, una zona potencialmente rica en recursos, incluidas reservas de agua. Lo que vendrá después de la primera mujer en la Luna A partir de Artemis IV, los viajes se volverán mucho más ambiciosos: se creará la estación lunar Gateway, una suerte de ISS, pero orbitando la Luna (de hecho, en su construcción participarán la Agencia Espacial Europea, Japón y Canadá), que proporcionará apoyo a los equipos sobre la superficie, por lo que el diseño del SLS irá variando según las necesidades. Además, se probarán diferentes vehículos lunares, aparte de la construcción de una base sobre el suelo de nuestro satélite y otras tecnologías que nos ayuden a sobrevivir en condiciones muy diferentes a las de la Tierra. MÁS INFORMACIÓN noticia No Pablo Álvarez, astronauta: «Se me pone la carne de gallina si pienso en pisar la Luna» noticia No Suspendido 13 años de empleo y sueldo Rafael Luque, uno de los científicos más citados del mundo: «Es todo envidia» La Luna se convertirá, así, en un perfecto campo de pruebas para continuar la exploración espacial más allá incluso de nuestro satélite. De hecho, el siguiente objetivo será Marte, nuestro desértico y helado vecino que la NASA espera visitar en la década de 2030.