Diferentes investigaciones publicadas en los últimos años han relacionado ya la falta de sueño con el desarrollo de varias afecciones cardiovasculares, entre ellas la hipertensión, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas. Según los datos de un importante metaanálisis presentado en el último congreso de la Asociación Americana de Cardiología y publicado en la revista científica Clinical Cardiology, el insomnio y la duración media del sueño inferior a cinco horas se asocian con tasas considerablemente más altas de infarto de miocardio, en una relación comparable a la que mantienen otros factores de riesgo, como la hipertensión o el colesterol.