El 75% de patógenos infecciosos de las enfermedades emergentes del ser humano vienen de animales, según la Organización Mundial de la Salud. Sarah Olson trabaja desde hace casi 10 años en prevenir la transmisión de enfermedades y la llegada de una posible epidemia mundial. Cuando golpeó el nuevo coronavirus, SARS-CoV-2, le resultó muy duro ver que los pronósticos no bastaron. “Nos ha dado en nuestros puntos débiles. No habíamos hecho suficiente y queda mucho por hacer todavía”, añade. La investigadora del programa de Salud de la Sociedad de Conservación de Vida Salvaje de Nueva York (Estados Unidos) acaba de publicar A study que recoge, por primera vez, muestras a lo largo de toda la cadena alimentaria de animales salvajes vivos en Vietnam destinados al consumo. “Sabía que íbamos a encontrar coronavirus [de la familia del SARS-CoV-2] en esas especies [roedores y murciélagos], pero las cifras me han dejado impactada”, reconoce.