Bajo el título “Ciudad del Saber: una utopía posible”, en 1996 la UNESCO publicó un informe para el Gobierno de Panamá y la Fundación Ciudad del Saber sobre la instalación de esta iniciativa, con recomendaciones vinculadas a su diseño y planificación estratégica.
En el prefacio de dicho informe, el entonces Director General de la UNESCO, D. Federico Mayor Zaragoza expresaba:
“La decisión que ha tomado el Gobierno de Panamá de transformar antiguas instalaciones militares de la Zona del Canal en una «Ciudad del Saber», constituye un paso alentador en esta tarea de forjar un mundo más pacífico, más justo y más solidario.”
En esta edición del Newsletter CILAC, tenemos el privilegio de contar con la palabra de uno de los más representativos protagonistas de la creación y el crecimiento de esta obra inmensa: el Profesor Jorge Arosemena, Presidente de la Fundación Ciudad del Saber. Agradecemos su tiempo y buena disposición para acompañarnos en esta oportunidad.
1. La Ciudad del Saber es un modelo de conjunción virtuosa entre conocimiento como valor y desarrollo sostenible como estrategia. En el origen de esta iniciativa, sin precedentes en Panamá y en la región, la Fundación Ciudad del Saber jugó un rol privilegiado. Usted ha sido actor protagónico en esta historia. ¿Cuáles fueron los valores que cincelaron la visión de los promotores iniciales de la Ciudad del Saber?
A mediados de la década de 1990, se llevaron a cabo importantes discusiones sobre el rol que debía jugar el proyecto Ciudad del Saber, con participación de empresarios, gente de la ciencia y de la cultura, y representantes del gobierno panameño. UNESCO, de manera visionaria, respaldó y aportó metodología a esas discusiones. Para 1998, cuando el Estado panameño dio vida jurídicamente al proyecto, ya se tenía claro que se quería ir más allá de un parque científico y tecnológico, concibiéndose que en Ciudad del Saber la I + D + I debía abarcar también lo humanístico y lo cultural. En el trasfondo de estos debates estaba el concepto de sociedad del conocimiento.
Algunas de las discusiones de esa etapa ya han sido superadas, pero los valores de los fundadores del proyecto siguen vigentes hoy: La necesidad de colaboración entre sectores para encontrar respuestas a los problemas cruciales de la Humanidad: ciencia, tecnología, cultura, negocios, universidades, comunidades, ONGs, gobierno, etc.; la apuesta por el conocimiento como motor de un desarrollo más humano y sostenible, y como fundamento de las políticas públicas, orientadas en lo filosófico por los Derechos Humanos. También la apuesta por la cooperación internacional y el multilateralismo como espacios para la búsqueda de soluciones. Y, desde luego, el poderoso mensaje de paz que supuso transformar una antigua base militar en un campus para el conocimiento y el desarrollo humano, que es tan vigente hoy como hace 20 años, o incluso más.
2. ¿Cuál es el papel que la Fundación Ciudad de Saber entiende que debería jugar la UNESCO en el futuro, tanto a nivel nacional como regional?
Desde Ciudad del Saber entendemos que a UNESCO le toca ser la conciencia de la comunidad internacional, insistiendo siempre en el papel clave de la educación, la ciencia y la cultura en el desarrollo, y en la necesidad de que la tecnología esté al servicio de las necesidades de la gente; planteando los desafíos y las oportunidades del diálogo intercultural y de saberes, así como la importancia de poner en valor el patrimonio científico, histórico, multicultural y natural como principales fuentes de conocimiento y de recursos para encontrar soluciones a los problemas de la Humanidad. Este es el aporte que hace UNESCO a nuestro juicio.
3. ¿Cuál es la propuesta actual de la Ciudad del Saber? ¿Cómo se ha desarrollado la iniciativa en el transcurso de estas dos décadas? ¿Cómo se proyecta al futuro de Panamá y la región?
Desde Ciudad del Saber vemos muchos retos por delante para Panamá y la región. En primer lugar, nuestros sistemas democráticos no han logrado que la prosperidad económica llegue a las grandes mayorías, ni que los derechos y libertades fundamentales sean también para las minorías. De hecho, la democracia como mejor forma de solucionar los problemas reales de la gente viene sufriendo un progresivo desgaste en el ánimo de nuestros pueblos, mientras se produce un auge de las ideas autoritarias e intolerantes en todas partes. Todo esto representa una grave amenaza para el bienestar, la seguridad y la convivencia pacífica.
Por otra parte, es preocupante que los intereses económicos de unos pocos sigan manteniendo (en contra de la mayoría de los habitantes del planeta) un paradigma de crecimiento económico basado en la explotación ilimitada de los recursos naturales y en la insostenible contaminación del aire, del agua que bebemos, del suelo y de los océanos. El cambio de paradigma y la generación de alternativas de desarrollo sostenible es ya no solo un imperativo ético sino de supervivencia para nuestra especie. Nuestras sociedades tendrán que mostrar resiliencia y creatividad para enfrentar los efectos del cambio climático, la contaminación y una masiva pérdida de biodiversidad a escala global, con consecuencias en la calidad de vida de todas las personas en todas partes.
Pero, obviamente, en ese futuro no solo vemos amenazas sino también oportunidades. Pensamos que la convergencia del humanismo, las ciencias y los negocios es lo que hace especial el aporte de Ciudad del Saber en la búsqueda de soluciones, siendo una comunidad innovadora, abierta a todos, y un laboratorio de experimentación para las transformaciones que queremos ver en Panamá y el mundo.
Ciudad del Saber es hoy un lugar desde donde emprendedores, empresarios, científicos, pensadores, artistas, líderes de las comunidades, así como expertos del gobierno, de ONGs y de organismos internacionales, colaboran para desarrollar proyectos que generan cambio social. Pensamos que solo mediante una alianza estratégica entre el Estado, la empresa privada y el tercer sector será posible para Panamá y para los países de nuestra región desarrollar una economía y una sociedad intensivas en conocimiento, orientadas a las necesidades de las personas y las comunidades.
4. La Fundación Ciudad del Saber está involucrada en la organización del Foro Abierto de Ciencias para América Latina y el Caribe, CILAC 2018, que se realizará en Ciudad de Panamá del 22 al 24 de octubre de este año. ¿Cuál es la importancia que la Fundación CDS le asigna al Foro CILAC como plaza de encuentro y debate sobre políticas científicas y de desarrollo, así como de vínculo entre conocimiento científico y ciudadanía?
La participación en CILAC 2018 será estratégica para todos los países de la región y sus sectores clave en la adopción y ejecución de políticas científicas: Gobiernos municipales y centrales, ONGs, museos, universidades, representantes del sector privado y de la sociedad civil, etc. Pensamos que CILAC está logrando armar un programa y un diseño de actividades muy relevantes, que se plantea temas cruciales: ¿Cómo logramos que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros y sostenibles?; ¿cómo la construcción de territorios y comunidades resilientes conduce hacia el empoderamiento de líderes, mujeres y minorías, estimulando las relaciones de convivencia, seguridad y conservación de ecosistemas?; y ¿cómo podrían pensarse estrategias regionales en el marco de la nueva bioeconomía para generar oportunidades productivas de forma sostenible? Son todos temas críticos y estratégicos para la región.
Desde Ciudad del Saber hemos propuesto para el programa de CILAC 2018 un primer intercambio sobre el papel de las ciudades del conocimiento y las áreas de innovación en el siglo XXI. Pensamos que este podría ser el preámbulo a un encuentro en un futuro cercano para analizar el tema con más profundidad.
También pensamos que CILAC 2018 va a ser una oportunidad valiosa para Panamá, que nos permitirá conocer de cerca las experiencias de otros países, mostrar nuestros proyectos e iniciativas más valiosos y seguir posicionando a nuestro país en el mapa de la ciencia en la región. Nos entusiasma ser aliados en este esfuerzo de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, la Alcaldía de Panamá, UNESCO y las demás entidades que participan.