Muere Walter Cunningham, el último superviviente de la primera misión Apolo tripulada

El 11 de octubre de 1968, Walter Cunningham , Wally Schirra y Donn Eisele se convirtieron en los primeros astronautas en volar en una nave espacial Apolo. En palabras del propio Cunningham, se trataba del primero de los “ cinco pasos de gigante ” que el programa debía dar para acabar pisando la Luna . Los siguientes fueron el Apolo 8, el Apolo 9, el Apolo 10 y, finalmente el Apolo 11, con el que diez meses después de aquel vuelo la NASA puso su firma en la historia posando a los primeros hombres (en concreto, Neil Armstrong y Buzz Aldrin) sobre nuestro satélite. Cunningham, que ha muerto en la madrugada de este martes a los 90 años en Houston, era el último testigo vivo de aquella misión que cargó con la presión después de la catástrofe del Apolo 1, pero sin el reconocimiento y la fama del Apolo 11. La primera misión Apolo pagó las prisas de la carrera espacial y la guerra fría. Durante una prueba en enero de 1967, los astronautas Gus Grissom , Edward H. White II y Roger Chaffee murieron calcinados, suspendiéndose durante 20 meses los vuelos tripulados. Mientras se llevaban a cabo mejoras en el diseño y en los materiales de fabricación, EE.UU. convulsionaba por la Guerra de Vietnam y los derechos civiles. A la vez, aquel 11 de octubre del 68, Cunningham, Schirra y Eisele orbitaban la Tierra a 140 kilómetros de altura de todo aquello. Sin embargo, la paz tampoco reinaba dentro de aquellas paredes metálicas. “Lo único que no funcionaba bien era la tripulación”, afirmó en su momento el astronauta Tom Stafford , comandante del Apolo 10 y aún superviviente del mítico programa espacial estadounidense. El Apolo 7 sería la primera misión en llevar a cabo una retransmisión por televisión, cuestión con la que Shirra, el comandante -que, además, no se llevaba bien con el resto de su tripulación- no estaba de acuerdo. El humor se volvió aún más sombrío cuando un día después Shirra manifestó síntomas de un fuerte resfriado que, lógicamente, contagió al resto. “ Estábamos hasta el culo de pañuelos usados ”, afirmó Cunningham, quien llegó a la NASA desde la fuerza aérea de la Marina de los EE. UU. Al amerizar tras once días dando vueltas a la Tierra (era una misión de prueba antes del aterrizaje), el entonces director de operaciones de vuelo de la NASA, Chris Kraft , prometió que ninguno de sus tripulantes volvería a volar. “La misión ciertamente dejó un residuo amargo en la gente del control en Tierra”, confesó el astronauta en sus memorias. Después del Apolo 7, Cunningham asumió la dirección de la primera estación espacial estadounidense, Skylab , que consideraba su principal contribución a los vuelos espaciales. En 1971, se retiró de la NASA, se inscribió en el programa de gestión avanzada de Harvard y, después de graduarse, se embarcó en una carrera empresarial. La polémica fue una constante que se repitió varias veces en su vida: en el 64 llevó a cabo una campaña de apoyo al republicano Barry Goldwater (entonces visto como un radical de derecha) en las elecciones presidenciales, y más tarde trabajó con el Heartland Institute, una organización negacionista del cambio climático . Además, aparte de recibir las medallas al servicio distinguido y excepcional en la NASA y ser incluido en el salón de la fama de los astronautas estadounidenses, fue ganador (junto con sus compañeros de vuelo) de un premio Emmy en el 69 precisamente por sus retransmisiones espaciales desde el Apolo 7. Se casó dos veces y tuvo dos hijos con su primera mujer. MÁS INFORMACIÓN noticia No La Tierra alcanza hoy su máxima velocidad: 110.700 kilómetros por hora noticia No Continúan en peligro los astronautas de la estación espacial internacional: la NASA estudia también su rescate “Nos gustaría expresar nuestro inmenso orgullo por la vida que vivió y nuestra profunda gratitud por el hombre que fue: patriota, explorador, piloto, astronauta, esposo, hermano y padre -ha escrito su familia en un comunicado en el que también aclara que murió en el hospital por causas naturares-. El mundo ha perdido a otro verdadero héroe, y lo extrañaremos mucho”.