El abejorro que tuvo un problema y enseñó a resolverlo a toda la colmena

Los animales sociales, como los primates, tienen la capacidad de aprender observando a los demás. También las abejas, a pesar de que el tamaño de su cerebro podría llevar a creer que solo se guían por el instinto. Nada más lejos. Las abejas no solo aprenden una nueva habilidad imitando a otras más experimentadas, sino que la preferencia por ese nuevo comportamiento se expande por toda la colonia. Es como adaptar una ‘tendencia’, una nueva manera de hacer las cosas en la colmena. En un estudio publicado este martes en la revista PLOS Biology, Alice Dorothy Bridges y sus colegas de la Universidad Queen Mary de Londres pusieron a prueba a seis colonias de abejorros Bombus terrestris, una especie muy común en España. Los insectos debían abrir la caja de un rompecabezas girando una tapa para acceder a una solución de azúcar. La tapa podía girarse en sentido horario o antihorario, presionando una de las dos pestañas de diferentes colores. Los investigadores entrenaron a un grupo de abejas para usar una de estas dos soluciones y luego las liberaron en una arena de forrajeo junto con abejas no entrenadas. Las filmaron durante un período de seis a doce días. Las abejas forrajeras que estaban cerca de una ‘demostradora’ abrieron más cajas de rompecabezas que las de control, y usaron la misma solución del rompecabezas que se le había enseñado a la demostradora el 98% de las veces. Noticia Relacionada estandar No ¿Por qué las hormigas caminan en fila? Pedro Gargantilla Un comportamiento común en las hormigas es su forma de movilizarse formando, de forma disciplinada, una fila infinita A juicio de los autores, esto sugiere que los abejorros aprendieron el comportamiento socialmente en lugar de tropezar con una solución por sí mismos. En experimentos en los que a varios demostradores se les enseñó una solución diferente al rompecabezas, las abejas no entrenadas inicialmente aprendieron a usar ambos métodos, pero con el tiempo desarrollaron aleatoriamente una preferencia por una solución u otra, que luego llegó a dominar en esa colonia. Los resultados, dicen los investigadores, proporcionan una fuerte evidencia de que el aprendizaje social es importante para la transmisión de nuevos comportamientos en las colonias de abejorros, igual que ocurre con los primates o las aves. Esto podría explicar el origen evolutivo de muchos de los comportamientos complejos observados entre los insectos sociales. Los abejorros pueden aprender observando a una abeja entrenada demostrando una de las dos formas de resolver un rompecabezas para obtener una recompensa azucarada, y luego copiarlo para resolver el rompecabezas de la misma manera Diego Pérez López   «No se sabe que los abejorros, y de hecho, los invertebrados en general, muestren fenómenos similares a la cultura en la naturaleza. Sin embargo, en nuestros experimentos, vimos la propagación y el mantenimiento de una ‘tendencia’ de comportamiento en grupos de abejorros, similar a lo que se ha visto en primates y aves«, dice Bridges. »Los repertorios de comportamiento de los insectos sociales como estos abejorros son algunos de los más intrincados del planeta, aunque todavía se cree que la mayor parte de esto es instintivo. Nuestra investigación sugiere que el aprendizaje social puede haber tenido una mayor influencia en la evolución de este comportamiento de lo que se imaginaba anteriormente», continúa. «El hecho de que las abejas puedan observar y aprender, y luego convertir ese comportamiento en un hábito, se suma al creciente cuerpo de evidencia de que son criaturas mucho más inteligentes de lo que mucha gente cree», concluye Lars Chittka, coautor del estudio. MÁS INFORMACIÓN noticia Si Tres de cada diez fotos del Hubble podrían ‘arruinarse’ por culpa de los satélites de Elon Musk noticia No La rata topo desnuda esconde el secreto de la fertilidad femenina hasta la vejez A su juicio, «tendemos a pasar por alto las ‘civilizaciones alienígenas’ formadas por abejas, hormigas y avispas en nuestro planeta, porque son de cuerpo pequeño y sus sociedades y construcciones arquitectónicas parecen gobernadas por el instinto a primera vista. Sin embargo, nuestra investigación muestra que las nuevas innovaciones pueden propagarse como memes de las redes sociales a través de colonias de insectos, lo que indica que pueden responder a desafíos ambientales completamente nuevos mucho más rápido que mediante cambios evolutivos, que tardarían muchas generaciones en manifestarse».