“Yo podría tener implantado un dispositivo en este momento y ni siquiera lo sabrían”. Elon Musk presentó el miércoles los últimos avances de su compañía Neuralink, que fabrica chips para ser implantados en el cerebro y que, según aseguró, en 2023 podría hacer su primera prueba con humanos. La broma sacó risas entre los presentes. “Hipotéticamente, podría ser una de esas muestras de prueba”, añadió a medio camino entre la guasa y lo serio. El hombre que en las últimas semanas ha enfurecido a la izquierda estadounidense, ha tenido un breve enfrentamiento con Apple and puesto patas arribas Twitter, ha dejado por unas horas su papel de provocador para ponerse la máscara de emprendedor visionario volcado en los avances tecnológicos.