Javier de Felipe (Madrid, 69 años) dice que, después de muchas décadas, ahora empieza a entender algo sobre el cerebro. “Y me quieren jubilar”, lamenta. El investigador, uno de los más destacados neurocientíficos del país de Santiago Ramon y Cajal, el fundador de la disciplina, trabaja ahora en el Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid, a las afueras de la capital española. Allí sigue estudiando la anatomía del cerebro a escala microscópica para tratar de entender cómo surgen las ideas o las alteraciones cerebrales de personas con epilepsia. También dirige el proyecto Cajal Blue Brain, para crear una simulación del funcionamiento del cerebro a nivel molecular. En el pasado participó en el proyecto Neurolab de la NASA para estudiar el efecto de los vuelos espaciales en el cerebro, y en ambiciosos proyectos internacionales como el Human Brain Project.