¿De qué está compuesto el polen que vemos en primavera?

Un día, hace más de 375 millones de años sucedió algo espectacular, en un linaje de plantas evolucionaron los granos de polen y las semillas. Y desde entonces nada en la naturaleza volvió a ser igual. Cuando pensamos en polen, a continuación, pensamos en alergias. Sin embargo, se calcula que de las más de 6.000 especies de plantas que hay en la península Ibérica menos de un centenar desempeñan un papel importante en el desarrollo de la alergia al polen. Casi todas pertenecen a ocho familias de plantas específicas: gramíneas, oleáceas, cupresáceas, urticáceas, amarantáceas, asteráceas, platanáceas y betuláceas. En general el grano de polen es de tamaño muy pequeño, de 10 a 150 micras, lo cual permite que pueda ser arrastrado por el viento sin dificultad, un método de dispersión muy eficaz y con bajo costo energético, ya que no es preciso recompensar a los polinizadores por su trabajo. El grano del polen básicamente consiste en un receptáculo que contiene el genoma masculino y cuyo objetivo es el óvulo desnudo de otra planta de la misma especie. Para garantizar el éxito reproductivo cada grano de polen tiene dos cubiertas, una externa y otra interna, esta última es la encargada de envolver a dos células espermáticas y una célula vegetativa. Los granos de polen se producen en las anteras de las plantas, que al abrirse lo diseminan. Una labor que suelen realizar entre las primeras horas de la mañana y el mediodía, después de que el rocío se haya secado. Este proceso de propagación no es continuo, se detiene cuando las anteras están o bien demasiado húmedas o bien demasiado secas, y se reinicia cuando la humedad y la temperatura vuelven a ser propicias. Los granos de polen que hay en el aire se miden, generalmente, con la técnica de Rotorod que consiste, básicamente, en un muestreador con varillas de siliconas engrasadas que recolectan partículas de aire durante más de 24 h. Si el nivel de polen es inferior a 50 se considera bajo, mientras que si es superior a mil se cataloga como muy alto. Última parada: el estigma A lo largo de la evolución el polen se ha diversificado, de las 300.000 especies de plantas que tienen polen, hay 300.000 formas diferentes de polen, de colores, formas y texturas diferentes, que han evolucionado de acuerdo a la idiosincrasia biológica de cada planta. A pesar de que el polen a veces se equivoque en su intento de fecundación y aterrice en otro medio húmedo, como puede ser la mucosa nasal de un Homo sapiens, desencadenando una salva de estornudos, el éxito de su viaje, en términos biológicos, es muy elevado. El objetivo del polen es alcanzar el estigma, la puerta de entrada a las plantas con flores (angioespermas), un tejido ubicado en el extremo de los pistilos y que permite la polinización de las semillas. De alguna forma el estigma actúa de cancerbero, ya que permite el paso del polen de las especies correctas, gracias al recubrimiento de un vello muy fino y pegajoso que actúa a modo de ancla, y evita la entrada del polen no deseado. MÁS INFORMACIÓN noticia No Rusia recula y no abandonará la Estación Espacial Internacional al menos hasta 2028 noticia No Un cohete sueco cae en Noruega a solo 10 kilómetros de una zona habitada Si el aterrizaje ha sido el correcto lo primero que se produce es un proceso de hidratación, ya que, generalmente, el polen es muy seco y necesita de agua para poder crecer. Una vez que las células han sido hidratadas se activan y forman tubos que se extienden por el estigma hacia el óvulo de la planta. Estas células polínicas saben en qué dirección deben formarse los tubos: en aquella de la que proceda el agua. SOBRE EL AUTOR pedro gargantilla es médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación.