Pocos minutos después de la 1:00 de la madrugada hora española, la sonda DART se estrelló contra su objetivo, el pequeño asteroide Dimorfo, cumpliendo casi al segundo el programa previsto. A la velocidad de una bala disparada con un Magnum 44, contra una roca de 160 metros de diámetro, a 11 millones de kilómetros de la Tierra, alcanzó la diana.