Pocas cosas pueden producir un miedo tan ancestral como un aullido en lo profundo de un bosque. Los lobos los emiten para comunicarse a larga distancia unos con otros, marcar los límites del territorio y definir la posición de otros ejemplares, que en la mayoría de los casos responden igualmente con aullidos. Otros cánidos, como los perros domésticos, también los utilizan. Pero algunas razas son más propensas que otras. Las empleadas como perros de trineo, por ejemplo, aúllan con frecuencia, incluso ante sonidos irrelevantes como campanas, sirenas o música. Sin embargo, otros, como el bulldog francés, no lo hacen jamás, aunque son capaces. Investigadores del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd (Hungría) han encontrado el motivo de estas diferencias. Han descubierto que los aullidos responden a la cercanía genética a los lobos. Curiosamente, los emiten ejemplares mayores de 5 años, tienen que ver con el estrés del animal y pueden querer decir algo así como ‘Tengo miedo, no que acerques’. En su experimento, dado a conocer en ‘Biology Communiations’ , los científicos expusieron a 68 perros de pura raza a grabaciones de aullidos de lobos en un entorno controlado. «Según nuestros resultados, las razas que son genéticamente más similares a los lobos (‘razas antiguas’ como el samoyedo, husky o malamute de Alaska), son más propensas a responder con sus propios aullidos a las reproducciones de aullidos de lobos. Por otro lado, las razas más lejanamente relacionadas con los lobos (‘razas modernas’ como el bulldog francés o los collies) reaccionan con ladridos en lugar de aullidos», explica Fanni Lehoczki, autora principal del estudio. «Parece que aunque los aullidos están presentes en el repertorio de la mayoría de las razas, perdieron su funcionalidad debido al cambio en el entorno social, por lo que las razas modernas no los usan en situaciones adecuadas», añade. Más angustia Los investigadores también descubrieron que las razas más aulladoras muestran más comportamientos relacionados con el estrés en esta situación, probablemente porque ‘entienden’ mejor el significado del aullido y, por ejemplo, podrían angustiarse al asumir que se han entrometido en el entorno de una manada. Esta ‘llamada de lo salvaje’ ocurre solo entre perros mayores (> 5 años), a los que generalmente se les considera más temerosos. Cuanto más cercano es el perro al lobo, más aullador y más estrés siente en esta situación Lehoczki Fanni and Gáti Oszkár Dániel Además de la raza y la edad del perro, los investigadores también probaron el efecto de otras características como el sexo y el estado reproductivo. «Lo que encontramos es que algo está pasando con las hormonas sexuales masculinas, ya que no hay diferencia entre las hembras intactas y las esterilizadas, pero los machos intactos y castrados se comportan de manera diferente. Los machos castrados, que carecen de testosterona, aullaron más en respuesta a las reproducciones. Como se sugiere que los machos castrados son más temerosos, este resultado puede estar en línea con nuestros hallazgos sobre la capacidad de respuesta y el comportamiento más estresado. Por lo tanto, el aullido del perro puede significar ‘Tengo miedo, no te acerques’», explica Lehoczki. MÁS INFORMACIÓN noticia Si La era de la ciencia tranquila: por qué no aparece un nuevo Einstein noticia Si Descubren, cerca de la Tierra, un planeta que parece capaz de albergar vida Humanos y perros unieron sus vidas hace miles de años, después de que algunos ejemplares entre los lobos se acercaran por hambre o curiosidad a los asentamientos de nuestros antepasados. Desde entonces, los hemos criado según nuestros antojos y necesidades, dando lugar a las razas que hoy conviven en nuestras casas. Estos hallazgos sugieren que la domesticación y la crianza selectiva no solo cambiaron el aspecto y carácter de los perros, sino también su repertorio vocal.
