Los impuestos sobre el azúcar se han convertido en una medida de referencia para lograr reducir su consumo. Una de las grandes medidas tomadas en España en este sentido fue la subida del IVA de las bebidas azucaradas y edulcoradas en 2021, del 10% al 21% (excepto en Canarias, Ceuta y Melilla, donde no se aplica este impuesto). Un informe publicado este miércoles por el Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol) evalúa los efectos de la aplicación de esta medida y, según sus conclusiones, desde la entrada en vigor de esa subida se ha registrado un descenso de casi 11 litros, un 13%, en los hogares con menor nivel económico. El dato se cuadruplica hasta alcanzar los 25 litros en los hogares de renta baja con hijos menores. Entre las familias de clase media y alta no se han encontrados datos significativos de descenso.