La niebla es uno de los fenómenos meteorológicos que más afecta a la visibilidad y eso influye mucho en el transporte. Se trata de una condensación, pequeñas gotas de agua que están en suspensión en la atmósfera y que reducen la visibilidad horizontal a menos de un kilómetro. Cuando hablamos de reducción de la visibilidad de entre 3 y 5 kilómetros se trata de neblina, que está formada por partículas un poco más pequeñas y menos densas.