El embriólogo británico Lewis Wolpert (1929-2021) dejó una frase legendaria: “El momento más importante de tu vida no es tu nacimiento, ni tu matrimonio, ni tu muerte, sino la gastrulación”. Exactamente, 14 días después de que un espermatozoide y un óvulo se unan, el embrión, una diminuta esfera de unos cientos de células, iniciará la gastrulación, un proceso de una semana en el que esa pelotita se transformará en el primer boceto del individuo. Esos días son el mayor enigma de la formación de un ser humano, a causa de las barreras técnicas y éticas para investigarlos. El científico palestino Jacob Hanna, uno de los líderes mundiales de este campo, ha logrado crear un nuevo modelo de embrión humano, obtenido a partir de células madre, que imita la arquitectura tridimensional de un embrión natural de entre 7 y 14 días, según sus resultados preliminares, a los que ha tenido acceso EL PAÍS. “Es la primera vez que se obtienen embriones humanos sintéticos sin modificaciones genéticas”, afirma Hanna, del Instituto Weizmann de Ciencias, en Rejovot (Israel). El borrador de su estudio se ha publicado posteriormente en el repositorio bioRxiv.