La muerte de George Floyd ocurrió el lunes 25 de mayo de 2020 en Powderhorn, Mineápolis, Estados Unidos, como resultado de su arresto por parte de cuatro policías. En pocos días, generó una oleada de protestas a lo largo de todo el país en contra del racismo, la xenofobia y los abusos policiales en contra del personal extranjero.
Las manifestaciones han puesto a prueba de nueva cuenta a los servicios de salud que espera haya un repunte de casos.
¿Habrá un repunte?
Algunos expertos en enfermedades infecciosas están lanzando mensajes tranquilizadores a propósitos de posibles repuntes por las manifestaciones por el hecho de que las protestas se llevaron a cabo al aire libre, argumentando que la configuración al aire libre podría mitigar el riesgo de transmisión.
Por el contrario, otros expertos señalan que gritar eslóganes durante una protesta puede acelerar la propagación, y los gases lacrimógenos y el gas pimienta utilizados por la policía hacen que las personas lloren y tosan, los que aumenta las secreciones respiratorias de los ojos, la nariz y la boca.
Howard Markel, un historiador médico que estudia las pandemias, compara a las multitudes de protesta con los desfiles de bonos (pretendía recaudar fondos para la Primera Guerra Mundial) celebrados en ciudades estadounidenses como Filadelfia y Detroit en medio de la pandemia de gripe de 1918, que a menudo fueron seguidos por picos en los casos de gripe.
Las reuniones públicas son reuniones públicas, no importa lo que protestes o vitorees. Esa es una razón por la se desaconseje celebrar conciertos, partidos de fútbol, etc.
Aunque muchos manifestantes llevaban máscaras, otros no. El SARS-CoV-2, el virus que causa la enfermedad de Covid-19, se transmite principalmente a través de las gotas respiratorias que se propagan cuando las personas hablan, tosen o estornudan. Gritar es una mala idea. Los esfuerzos de la policía para mover multitudes a través de áreas urbanas estrechas pueden acorralar a las personas, y que estén más cerca entre sí.
Arrestar, transportar o encarcelar a los manifestantes aumenta el potencial de propagación del virus. Ashish Jha, profesor y director del Instituto de Salud Global de Harvard, ha solicitado a los manifestantes que se abstengan de la violencia e ha instado a la policía a ejercer moderación.
Scott Gottlieb, ex comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos, señala quue las desigualdades sociales y económicas, incluido el acceso deficiente a la atención médica, la discriminación en los entornos de atención médica, una mayor dependencia del transporte público y las diferencias en el empleo son factores que conducen a una mayor carga de enfermedad de Covid-19 entre los afroamericanos.
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La noticia
Las protestas por la muerte de George Floyd podrían (o no) desencadenar una nueva oleada de coronavirus
fue publicada originalmente en
Xataka Ciencia
por
Sergio Parra
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