La coenzima Q10 es vital. Si las mitocondrias celulares son las baterías del cuerpo, este lípido, presente de forma natural, es un cargador de las mismas, el responsable del transporte de electrones y un antioxidante clave para el funcionamiento del cuerpo. Su deficiencia, vinculada con el envejecimiento, genera una insuficiencia energética relacionada con trastornos mitocondriales, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y patologías neurodegenerativas, como alzhéimer y párkinson. Un nuevo estudio asocia por primera vez los bajos niveles de esta coenzima con la sarcopenia (la pérdida de masa, fuerza y funcionamiento de los músculos) que genera la fragilidad en personas mayores. La investigación revela una mayor incidencia en las mujeres.