Quizás a la tercera vaya la vencida. Después de dos intentos fallidos por problemas técnicos y otro par de retrasos por huracanes, la NASA espera lanzar este miércoles desde Florida (EE.UU.) el megacohete Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) de la misión Artemis I, un vuelo de prueba no tripulado que supone el primer paso para regresar a la Luna . Los responsables de la agencia decidieron la noche del lunes seguir adelante con la cuenta regresiva después de solucionar un problema en el sellado de la cápsula Orion , situada en la punta del cohete. El primer vuelo del SLS está previsto para las 7.04 hora peninsular española, con una ventana de lanzamiento de dos horas. Su objetivo es sobrevolar la Luna sin aterrizar, para comprobar que el vehículo es seguro para una futura tripulación. Las complejas operaciones de reabastecimiento de combustible empezarán este martes en el Centro Espacial Kennedy, y estarán comandadas por Charlie Blackwell-Thompson, la primera directora de lanzamiento de la NASA. Noticias Relacionadas estandar No ¡Sorpresa! La Luna pudo formarse en apenas unas horas José Manuel Nieves estandar Si Astrónomos temen que un enorme satélite se convierta en el punto más brillante del cielo después del Sol y la Luna Judith de Jorge El cohete color naranja se llenará con 2,7 millones de litros de oxígeno líquido e hidrógeno. Es una operación delicada. Precisamente una fuga de hidrógeno provocó en septiembre la cancelación del segundo intento de lanzamiento en el último momento. Desde entonces, los procedimientos se modificaron y verificaron con éxito a través de una prueba. Sensor defectuoso La primera cancelación , ocurrida en agosto, tuvo que ver con un sensor defectuoso. Los funcionarios de la NASA han repetido que estos problemas son normales para una nave nueva, de la que sus equipos están aprendiendo. Pero es que además de los problemas técnicos, dos huracanes amenazaron al cohete en sendos intentos. El cohete SLS de 98 metros de altura tuvo que ser devuelto a finales de septiembre a su edificio de ensamblaje, a pocos kilómetros de distancia, para protegerlo del huracán Ian, lo que pospuso el despegue varias semanas. Después, cuando ya estaba en su plataforma de lanzamiento, tuvo que enfrentar los vientos del huracán Nicole hace menos de una semana. La tormenta causó daños a una fina capa de sellante en la parte superior del cohete, pero la NASA consideró el lunes que el riesgo era mínimo. En total, el programa, que cuesta varios miles de millones de dólares, acumula varios años de retraso. Más lejos que nadie Si por fin se produce el lanzamiento, la cápsula Orion será impulsada por dos propulsores y cuatro potentes motores debajo de la sección principal, los cuales se separarán apenas unos minutos más tarde. Después de un último empujón desde el tramo superior, la cápsula estará camino a la Luna, a la que tardará varios días en llegar. Allí se colocará en una órbita distante, aventurándose incluso a posicionarse hasta 64.000 km detrás de la Luna, más lejos que lo efectuado por cualquier otra nave espacial tripulada a la fecha. Luego la cápsula iniciará su retorno a la Tierra. Su escudo térmico, el más grande jamás construido, tendrá que soportar una temperatura equivalente a la mitad de la que tiene la superficie del Sol cuando atraviese la atmósfera. En total, la misión durará un total de 25 días y medio, con aterrizaje en el Océano Pacífico el 11 de diciembre. Tras esta primera misión, Artemis 2 llevará astronautas a la Luna en 2024, pero sin aterrizar todavía allí. Eso lo hará la tripulación del Artemis 3, en 2025 como muy pronto. Para entonces, la NASA quiere lanzar cerca de una misión cada año para establecer presencia humana y constante en la Luna, construir la estación espacial Gateway que orbite a su alrededor e instalar una base en la superficie lunar. MÁS INFORMACIÓN noticia Si Basura espacial: el riesgo de quedarnos atrapados en nuestro propio planeta noticia No NASA confirma el éxito de la misión DART: la nave consiguió desviar al asteroide Dimorphos de su órbita El objetivo es probar nuevos equipos allí, como trajes espaciales, vehículos presurizados, minicentrales eléctricas, y usar el agua congelada para establecer una presencia humana duradera. Este experimento serviría de preparación para un viaje tripulado a Marte, hacia finales de la década de 2030.