La mecánica cuántica y la teoría de la relatividad son como Caín y Abel, dos hijos mal avenidos de la misma naturaleza, pero uno centrado en la materia a escalas subatómicas y el otro vinculado al mundo macroscópico. Ambas teorías son incompatibles, por lo que encontrar un punto de reconciliación es fundamental para entender la realidad física. Un paso en ese sentido se ha dado con la primera simulación cuántica de un agujero de gusano realizada con el procesador Google Sycamore, según publica este miércoles Nature. Con este experimento se ha observado, según Maria Spiropulo, física del Instituto de Tecnología de California (Caltech) y una de las autoras del trabajo, “que las propiedades de un sistema cuántico coinciden con lo que se espera en un sistema gravitacional”, un hallazgo que permite avanzar en el estudio de los agujeros negros y de la hipótesis de la gravedad cuántica en el laboratorio usando ordenadores basados en esta mecánica. Una nueva puerta para entender el universo.