Los machos que dejan de dormir por tener más y más sexo hasta morir exhaustos

Los machos de quolls del norte, unos marsupiales del tamaño de un gato que viven en Australia, sienten un deseo tan irrefrenable de mantener relaciones sexuales que dejan de dormir para aparearse con la mayor frecuencia posible. Pero esta pasión descontrolada podría estar matándolos. Los ‘romeos’ quedan tan exhaustos por la falta de sueño que mueren al final de la época reproductiva, la única de sus vidas. Los quolls ( Dasyurus hallucatus ), en peligro de extinción, son los mamíferos más grandes que invierten su energía en una sola temporada de reproducción, una estrategia conocida como semelparidad. A los machos les cuesta la vida, mientras que las hembras salen mejor paradas: pueden vivir y reproducirse durante cuatro años. Para averiguar la causa exacta del trágico final masculino, investigadores de las universidades de Sunshine Coast y Queensland equiparon con mochilas rastreadoras a ejemplares salvajes en Groote Eylandt, frente a la costa del territorio norte de Australia. Noticia Relacionada estandar No Si tu perro aúlla, ¿qué significa? ¿Está más cerca de los lobos? J. de Jorge Una curiosa investigación muestra cómo las razas más antiguas responden con aullidos, mientras las más modernas solo ladran Los investigadores midieron el comportamiento, la actividad, la velocidad y la distancia recorrida por los marsupiales para rastrear las diferencias entre machos y hembras. Si no detectaban ninguna, quizás los machos perecían por algún aspecto inexplorado de su fisiología. Pero eso no fue lo que descubrieron. Ni comen ni se lavan En general, los machos pasaban menos tiempo durmiendo y descansando que las hembras. Caminaban más y recorrían distancias más largas en busca de parejas potenciales. Estaban menos atentos a la hora de evitar a los depredadores, buscar comida o alimentarse. Incluso dedicaban menos tiempo a acicalarse, lo que conducía a un aumento notable de parásitos. Un ejemplar con su mochila rastreadora Kaylah Del Simone   En el proceso, su salud decaía hasta el punto de perder peso y volverse agresivos e imprudentes cuando se trata de su supervivencia. Para los investigadores, estos rasgos, que se ven en los machos pero no en las hembras, están relacionados con la falta de sueño. «La privación del sueño y los síntomas asociados durante un período prolongado harían imposible la recuperación y podrían explicar las causas de muerte registradas en los machos después de la temporada de reproducción», señala Joshua Gaschk, autor principal del estudio publicado en ‘Royal Society Open Science’. «Se convierten en presas fáciles, no pueden evitar las colisiones de vehículos o mueren de agotamiento» «Dos machos, a los que llamaron ‘Moimoi’ y ‘Cayless’, se movieron durante 10,4 km y 9,4 km en una noche, respectivamente. Una distancia humana equivalente, basada en la longitud de zancada promedio, sería de alrededor de 35-40 km», afirma el investigador. Además, «se convierten en presas fáciles, no pueden evitar las colisiones de vehículos o simplemente mueren de agotamiento», prosigue. Demonio de Tasmania Los investigadores quieren realizar más estudios para conocer si la privación de sueño también afecta a otras especies de mamíferos marsupiales, como zarigüeyas, antechinus (ratones marsupiales) o demonios de Tasmania. «Las zarigüeyas de Virginia ( Didelphis virginiana ) experimentan un cambio fisiológico similar pero no la mortandad«, dice. MÁS INFORMACIÓN noticia No Por qué no se puede predecir un gran terremoto: sabemos dónde pero no cuándo noticia Si Descubren, cerca de la Tierra, un planeta que parece capaz de albergar vida Los quolls viven realmente lo que se llama un amor fou, una pasión extrema y sin medida. Pena que no hablen para saber si les compensa.