La ciencia española lleva más de una década sumida en una crisis que parece no tener final. El sistema de investigación pública ha perdido más de 20.000 millones de euros desde 2009. Aunque la recuperación económica llegó hace años, los laboratorios apenas han sentido las mejoras. La inversión pública en ciencia está estancada en niveles similares a los de 2012, en gran parte debido a la inestabilidad política y la incapacidad para aprobar nuevos presupuestos.