Starship de SpaceX, la nave más alta del mundo ha explotado hoy en el aire a los pocos minutos de despegar. La compañía creada por el siempre polémico Elon Musk ensamblaba Super Heavy, de 120 metros, el potente cohete espacial totalmente reutilizable de camino a otros mundos: a corto plazo, a la Luna -de la mano del programa Artemis, de la NASA- y, según desea Musk, poco después a Marte. Pero el camino recorrido en el diseño de Starship no ha estado exento de contratiempos, incluyendo varias pruebas fallidas que acabaron con prototipos ardiendo en varias ocasiones. De hecho, hoy era el despegue tan ansiado por Musk y ha sido otro fracaso más. La nueva nave ensamblada es el SN20 , que junto al prototipo de Super Heavy Booster 4 intentarán los siguientes test, en este caso vuelos orbitales. Equipado con 29 motores raptor (aunque está previsto que el modelo final cuente con 32), la nave se encuentra en la base de SpaceX en Boca Chica (Texas). Imagen del Starship antes de su lanzamiento este jueves Super Heavy fue la primera etapa de Starship, un sistema de transporte de dos etapas totalmente reutilizable que mide unos 70 metros y que SpaceX está desarrollando para transportar personas y carga a la Luna, Marte y otros destinos distantes. La NASA seleccionó a Starship como el módulo de aterrizaje tripulado para su programa Artemis , que tiene como objetivo establecer una presencia humana continuada en la Luna (y su órbita) a finales de esta década.Justo sobre Super Heavy viajará Starship, una nave espacial de 50 metros que con el mismo nombre que la sonda completa. Esta segunda etapa también cuenta con seis motores Raptor para permitir que la nave vuelva de su destino de nuevo a la Tierra. Las pruebas de SpaceX SpaceX realizó pruebas de motor en el predecesor de Booster 4, el Booster 3 con tres motores Raptor, pero ningún Super Heavy ha despegado hasta la fecha. La empresa planea lanzar el cohete con sus 29 motores , coronado con el prototipo de nave espacial SN20, desde Starbase en una misión de prueba orbital sin tripulación. Esa prueba, que se produjo en mayo de 2021, fue el último gran test a los que Starship se ha sometido, si bien prototipos posteriores han servido para probar diferentes parámetros en tierra. Casi una veintena de naves de las que aproximadamente la mitad han acabado entre llamas. De ahí el poco optimismo de Musk, que días antes de la primera prueba señalaba que no se debía esperar el éxito, pero que al menos el vuelo «no sería aburrido». Hasta 2023, se han seguido realizando pruebas, pero sin que el cohete llegase a despegar. En febrero, los ingenieros de SpaceX realizaron una prueba para el encendido del sistema de cohetes encargado de impulsar a Starship. Para ello, encendieron simultáneamente 31 de los 33 motores de Super Heavy. En este caso, no hubo lanzamiento. La primera prueba para el lanzamiento del cohete tuvo lugar a inicios de semana, el pasado lunes. Con poco menos de 9 minutos para el final de la cuenta atrás, la empresa propiedad de Elon Musk anunció un problema con el sistema de presurización, lo que obligó a retrasar el lanzamiento hasta este jueves.
