Un equipo de astrónomos dirigido por la británica Universidad de Southampton y con la participación del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) ha descubierto la explosión cósmica más grande jamás presenciada: tiene 100 veces el tamaño del Sistema Solar, es 2 billones de veces más brillante que el Sol y existe desde hace 3 años. El evento, denominado AT2021lwx, podría haber sido causado por una estrella enorme o una nube de gas devorada por un agujero negro . La explosión, conocida como AT2021lwx, se produjo a casi 8.000 millones de años luz de distancia, cuando el universo tenía alrededor de 6.000 millones de años. El equipo cree que la explosión es resultado de una gran nube de gas, posiblemente miles de veces más grande que nuestro Sol, que ha sido despedazada violentamente por un agujero negro supermasivo. Los fragmentos de la nube serían consumidos, enviando ondas de choque a través de sus restos, así como a una especie de gran ‘rosquilla’ polvorienta que rodea el agujero negro. Este tipo de eventos son excepcionales y hasta ahora no se había observado ninguno de este calibre. Noticia Relacionada estandar No Observan, por primera vez, una estrella en el momento de devorar a uno de sus planetas José Manuel Nieves Dentro de 5.000 millones de años es muy probable que la Tierra sufra un destino parecido El año pasado, los astrónomos presenciaron la explosión más brillante registrada: un estallido de rayos gamma conocido como GRB 221009A . Si bien fue más brillante que el AT2021lwx, duró solo una fracción del tiempo, lo que significa que la energía total liberada por la nueva explosión es mucho mayor. AT2021lwx fue detectado por primera vez en 2020 por la instalación Zwicky en California, y posteriormente recogido por el sistema de alerta de impacto terrestre de asteroides (ATLAS) con sede en Hawái. Estas instalaciones examinan el cielo nocturno para detectar objetos transitorios que cambian rápidamente de brillo, lo que indica eventos cósmicos como supernovas, así como para encontrar asteroides y cometas. Hasta ahora se desconocía la magnitud de la explosión. «Nos encontramos con esto por casualidad, ya que nuestro algoritmo de búsqueda lo señaló cuando buscábamos un tipo de supernova», dice Philip Wiseman, investigador en Southampton y director de la investigación. «La mayoría de las supernovas y los eventos de interrupción de mareas solo duran un par de meses antes de desaparecer. Que algo sea brillante durante más de dos años fue inmediatamente muy inusual», señala. El equipo investigó más a fondo el objeto con varios telescopios diferentes: el Telescopio Neil Gehrels Swift (una colaboración entre la NASA, el Reino Unido e Italia), el Telescopio de Nueva Tecnología (operado por el Observatorio Europeo Austral) en Chile y el Gran Telescopio Canarias en La Palma, España. Brillo repentino Al analizar el espectro de la luz, dividirlo en diferentes longitudes de onda y medir las diferentes características de absorción y emisión del espectro, el equipo pudo medir la distancia al objeto. Entonces, los investigadores se dieron cuenta de que era «extremadamente brillante». Las únicas cosas en el universo que son tan brillantes como AT2021lwx son los cuásares, agujeros negros supermasivos con un flujo constante de gas que cae sobre ellos a alta velocidad. Pero los científicos lo descartaron. «Con un cuásar, vemos que el brillo sube y baja con el tiempo. Pero mirando hacia atrás durante más de una década, no hubo detección de AT2021lwx. Luego, de repente, aparece con el brillo de las cosas más brillantes del universo, lo cual no tiene precedentes», dice Mark Sullivan, también en Southampton y coautor del estudio, publicado en ‘Monthly Notices of the Royal Astronomical Society’. Hay diferentes teorías sobre lo que podría haber causado tal explosión, pero el equipo cree que la explicación más factible es una nube extremadamente grande de gas (principalmente hidrógeno) o polvo que se ha desviado de su órbita alrededor del agujero negro y ha sido enviada volando. El equipo ahora se propone recopilar más datos sobre la explosión, midiendo diferentes longitudes de onda, incluidos los rayos X que podrían revelar la superficie y la temperatura del objeto, y qué procesos subyacentes están teniendo lugar. También llevarán a cabo simulaciones computacionales mejoradas para probar si coinciden con su teoría de la causa de la explosión. MÁS INFORMACIÓN noticia Si El negocio millonario de los monos de laboratorio noticia No Nuestro ADN, con toda nuestra información genética, está al alcance de cualquiera «Con las nuevas instalaciones, como el Observatorio Vera Rubin, que se pondrá en línea en los próximos años, esperamos descubrir más eventos como este y aprender más sobre ellos. Podría ser que estos eventos, aunque extremadamente raros, sean tan energéticos que sean procesos clave de cómo los centros de las galaxias cambian con el tiempo», dice Wiseman.