Esencial para que los huesos fijen el calcio, la vitamina D no abunda. La acción del Sol sobre la piel es la principal fuente de este compuesto y si no la hay, los pescados azules, el hígado de algunos animales y los huevos son casi las únicas alternativas en la dieta. Ahora, un grupo de investigadores ha logrado que los tomates generen tanta vitamina D como la que tienen dos huevos usando una técnica de modificación genética. Es una buena noticia para los veganos y para los más de 1.000 millones de personas que tienen déficit de este micronutriente esencial.