La popular aplicación de mensajería instantánea WhatsApp garantiza la seguridad de sus mensajes gracias a un sistema de cifrado denominado de extremo a extremo. Con este método, en el que el cifrado y descifrado de los mensajes se realiza en el teléfono móvil de los usuarios y, además, las claves de cifrado se renuevan con cada mensaje, se puede asegurar que, salvo los receptores, nadie, ni siquiera la propia app, pueda leer las comunicaciones. Para ello se hace uso de conceptos matemáticos como las curvas elípticas, el logaritmo discreto elíptico y la aritmética modular.