En 30 años, la superficie quemada de la selva amazónica se habrá doblado. Un estudio que parte de la evolución de los incendios en lo que va de siglo muestra que el resultado de la interacción de deforestación y cambio climático será un mayor número de incendios aún más devastadores. Como consecuencia, buena parte de la región amazónica se convertirá en emisora neta de gases de efecto invernadero que, a su vez, retroalimentarían el proceso. Hay expertos que empiezan a hablar de un punto de no retorno y de la sabanización de la Amazonia.