“Nuestra medicina está enferma”. Estas son las palabras de Joaquín Araújo cuando habla de los árboles de la península ibérica. Según cuenta el ecologista español, los bosques son los que pueden curar al planeta frente al cambio climático, pero su estado deja mucho que desear. El periodo de actividad del árbol aumenta, ya que la época de calor se alarga, mientras que el acceso a nutrientes se complica y disminuye su capacidad reproductiva. Un nuevo estudio publicado en Global Change Biology lo confirma y demuestra que la mortalidad de los bosques ibéricos aumenta del mismo modo que disminuye su regeneración y crecimiento.