Los patólogos son tal vez los médicos más injustamente desconocidos. Sin ellos no serían posibles el resto de disciplinas médicas, ni habría diagnósticos fiables. En la actualidad, un patólogo es ese médico que, en cuestión de minutos, toma una muestra de tejido extraída de un paciente, la analiza, determina si hay un tumor y señala cuáles son sus límites. Esto permite al cirujano no cortar más de la cuenta y extraer todo el tejido afectado sin dejar células malignas. Los patólogos salvan vidas todos los días, pero casi nadie lo sabe, porque no suelen tener contacto directo con los pacientes.