Elvan Böke (Karabük, Turquía, 36 años) es hija de una profesora de física y un ingeniero metalúrgico. Su vida ha estado marcada por dos hechos trascendentales; el primero, haber crecido viendo los dibujos animados de Las Tortugas Ninja en la tele. Echando la vista atrás, esta bióloga molecular se da cuenta de que ya a los cinco años le interesaban los animales mutantes, esenciales para la investigación científica.