Un restaurante de Washington del cocinero español José Andrés incluirá muy pronto en su menú un plato de carne de pollo cultivada en laboratorio. El chef es aliado de la empresa Good Meat, una de las dos compañías estadounidenses que han recibido este miércoles la autorización definitiva del Departamento de Agricultura para vender su carne de pollo artificial. Con ello, Estados Unidos abre una era de futuro incierto en la alimentación.