Conozco a un matemático autista (es un binomio bastante frecuente) que, cuando alguien se dispone a contar un chiste, le propone que haga una pausa antes de terminarlo para darle la posibilidad de deducir el final. A primera vista, la propuesta parece un despropósito (como muchas propuestas de matemáticos y autistas). ¿Cómo se puede pretender “deducir” la conclusión de un chiste? Un chiste es un microrrelato anárquico y bizarro, no tiene nada que ver con un silogismo, ni siquiera con una adivinanza… ¿O sí?