Primero lograron que ratas lisiadas volvieran a caminar. Después, en 2016, repitieron éxito con monos. Desde hace más de un lustro están ensayando su sistema de estimulación eléctrica epidural (EEE) implantado en humanos, consiguiendo grandes avances. Pero el equipo de científicos suizos que están protagonizando tanta esperanza no sabían por qué su sistema funcionaba tan bien. Ahora acaban de descubrir un grupo de neuronas en la médula que se activan tras usar su EEE con una decena de lesionados medulares. Lo que más les ha sorprendido y apasionado a la vez es que estas células nerviosas no tienen un papel relevante en el caminar de las personas sanas. Esto significa que acaban de descubrir la base biológica de la plasticidad de la médula, con unas neuronas capaces de reconfigurar su función. A partir de ahora, los neurocientíficos dedicados a ayudar a las personas con paraplejia u otros problemas del aparato locomotor tienen un objetivo al que apuntar.