Cuando se queda una patata olvidada al fondo de la despensa pueden suceder dos cosas: que le broten tallos como en aquellos experimentos de la escuela o que se ablande, oscurezca y produzca uno de los peores olores que hay. En este caso, es muy probable que haya sido presa de la podredumbre blanda, provocada por bacterias. Una de ellas, la Dickeya solani, fue identificada en 2005 en el norte de Europa y desde entonces se ha convertido en una de las principales plagas de los cultivos de patatas en el continente. Pero, en su peligrosidad, también está su virtud: Un grupo de científicos ha descubierto que usa un potente agente fungicida que elimina a los hongos que podrían competir por los nutrientes del tubérculo. Ensayos en el laboratorio han mostrado que este compuesto ataca a un amplio abanico de hongos patógenos, algunos humanos.