La propaganda y la desinformación no pueden engañar a los sismógrafos. Ideados para detectar terremotos, estos aparatos captan cualquier perturbación en la tierra, ya sea una erupción volcánica, una prospección minera, una goleada del Barça, un barreno en una cantera y, ahora, las bombas y misiles que caen sobre Ucrania. En un novedoso trabajo publicado en la prestigiosa revista Nature, un grupo de investigadores demuestra cómo una red sismológica ideada para detectar ensayos nucleares a miles de kilómetros capta las explosiones de la guerra de Ucrania. Y son muchas más que las reconocidas por ambos bandos.