El microbioma está en boca de todos. Literalmente. Hay, de hecho, un mundo de microorganismos que pueblan la cavidad oral, el intestino, la vagina… y que cumplen funciones esenciales para el organismo. La comunidad científica sabe que millones de bacterias, virus, hongos o levaduras conviven en armonía dentro del cuerpo y trabajan por la vida, pero desconocen exactamente cómo lo hacen, o hasta qué punto llega su influencia. Falta mucho por descubrir, admite Mireia Vallès Colomer (33 años, Vic, Barcelona), microbióloga e investigadora postdoctoral en el Laboratorio de Metagenómica Computacional de la Universidad de Trento (Italia) y experta en el estudio del impacto del microbioma intestinal en la salud: “Se ha pasado de ignorarlo completamente a que sea la solución a todo. Creo que la verdad está en el medio: nos puede ayudar con muchas enfermedades, pero por sí solo no va a ser la solución”, adelanta la investigadora en una entrevista por videoconferencia con EL PAÍS, pocos días antes de participar en un simposio sobre microbioma organizado por IrsiCaixa en Barcelona.