Aunque la expectación era máxima, la probabilidad de que el Starship no completara su primera prueba de vuelo ya integrado era muy alta. También de que acabara explotando, como finalmente ocurrió a los pocos minutos del despegue este jueves desde Boca Chica (Texas), en las instalaciones para lanzamientos de SpaceX. Ni el propio dueño de la compañía, el siempre polémico Elon Musk, tenía fe en que todo saliera según lo esperado. «No debemos esperar el éxito», decía Musk a través de su propia red. «Lo que es seguro es que no será aburrido». Minutos antes del lanzamiento, el ingeniero principal de integración de SpaceX, John Insprucker, señalaba que pese a que todos los sistemas estaban listos para partir al espacio, había que tener muy presente que se trataba de una prueba de desarrollo. «Es un primer vuelo de prueba de Starship y su objetivo principal es recopilar datos y probar la plataforma de lanzamiento. Pero con este tipo de test nunca sabes lo que va a pasar exactamente, así que la emoción está garantizada». De la veintena de pruebas que SpaceX ha realizado de su novedoso sistema Starship, que incluye dos etapas totalmente reutilizables (por un lado, la base llamada Super Heavy, de 70 metros de altura y formada por 33 motores Raptor; por otra, la nave Starship, de 50 metros, con tres Raptor principales más otros tres secundarios), aproximadamente la mitad han acabado en explosiones, llamas o aterrizajes fallidos . Noticias Relacionadas estandar No Explosiones, bolas de fuego y aterrizajes fallidos: todas las pruebas de Starship que acabaron mal P. Biosca estandar No Starship: la importancia para Elon Musk del «santo grial» con el que quiere conquistar Marte ABC «Era algo que esperábamos, la verdad» «Era algo que esperábamos, la verdad», explica a ABC César Arza, responsable de la unidad de análisis de misión del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). «Es el cohete más grande y más potente jamás construido, por lo que está sometido a unos esfuerzos nunca vistos y a una ingeniería límite que es necesario probar. Es algo normal» . Porque este gigante de 120 metros y el doble de potencia que el actual cohete ‘número uno’ de la NASA, el Space Launch System (SLS), cuenta con un total de 39 motores que este jueves trabajaban juntos por primera vez, ya que en anteriores ocasiones solo la parte superior de la nave fue probada en vuelo. Las primeras hipótesis del lanzamiento fallido del cohete En cuanto a las posibles causas del fallo, habrá que esperar a los informes posteriores. «Esto es todo especular, pero aparentemente ha habido un problema con la separación de las dos etapas», explica Arza. Según el cronograma, a los 2 minutos y 49 segundos, Starship y Super Heavy debían desensamblarse y comenzar caminos separados: el primero, una vuelta casi entera a la Tierra de unos 90 minutos para acabar volviendo a través de la atmósfera en un vuelo no controlado con el Pacífico como final; el segundo, directo hacia un aterrizaje suave tan solo unos minutos después del lanzamiento cerca del Golfo de México, en el Atlántico (donde finalmente han acabado las dos piezas). «Esto es todo especular, pero aparentemente ha habido un problema con la separación de las dos etapas» César Arza Responsable de la unidad de análisis de misión del INTA «Si el problema ha venido con la separación, implica que el control de la orientación se pierde y no puedes controlar ambas etapas», señala Arza. Eso explicaría los giros erráticos que se han podido observar al final de la prueba, justo antes de la explosión. No es la única teoría. Para algunos expertos como Javier Atapuerca, jefe de Análisis de Misión y Estudios en GMV, no pasó desapercibido el hecho de que tres motores estuvieran apagados (o fallaran) durante el despegue. «Después se apagaron dos más, y uno más que se apagaba de forma intermitente. No tiene que ser un problema per se, pero no da buenas sensaciones», señala a ABC. Un problema con el sistema de orientación de los motores, otra de las posibles causas También se teoriza en redes con un posible problema con el sistema de orientación de los motores, lo que explicaría que acabara fuera de control; otra teoría es que el sistema que amarra ambas etapas, que funciona ‘a rosca’, como el de las botellas, ha fallado. «Es pura especulación ahora mismo. Hay que esperar a los informes. En estos tiempos estamos acostumbrados a la inmediatez en muchas cosas, pero en esto, lo más prudente es esperar». Impacto en la nueva carrera espacial En cuanto a si este intento fallido retrasa la nueva carrera espacial de Estados Unidos, que se encuentra en clara rivalidad con la incipiente carrera china y los esfuerzos de Rusia por mantenerse ‘en órbita’, Arza indica que «no va a suponer un retraso con el que ya no contaran» . «Lo hemos visto con el Programa Artemis, que lleva un gran retraso con respecto a las primeras fechas que se dieron; o con el primer vuelo a Marte, que la NASA afirma que ocurrirá dentro de la próxima década, pero todos sabemos que también habrá demoras. Cualquier fallo implica demora, pero los márgenes son grandes», señala. MÁS INFORMACIÓN noticia Si Nuevos datos sobre uno de los mayores misterios del Sol noticia No Descubren el mayor secreto de los constructores mayas Lo que está claro que este «desmontaje rápido no programado» -el nombre que SpaceX ha dado, de momento, al hecho de que Starship haya explotado en el aire-, no frenará las ambiciones de Elon Musk de seguir invirtiendo en el vehículo espacial más potente de la historia. Él mismo confirmó -de nuevo a través de su red social- que la siguiente prueba será «en unos meses». La emoción, pues, continúa.