Es capaz de acompañarte al médico, llamar a un taxi, reconocer a tus familiares e incluso dar una voltereta hacia atrás. Tefi, el nuevo perro robótico creado por los científicos del CSIC en poco más de un año es tan adorable como sus competidores comerciales de Boston Dynamics o Xiaomi, pero cuenta además con una función social: está pensado específicamente para ayudar a las personas invidentes o a quienes padecen alzhéimer o demencia senil. «Es básicamente una inteligencia artificial en movimiento«, cuenta el doctor en Robótica Gerardo Portilla, padre de la criatura, que enumera todas sus capacidades: reconocimiento de voz e imágenes, lector de códigos QR y un sistema de navegación que puede distinguir un objeto y una persona, gracias a su sistema de aprendizaje y a la cámara que lleva incorporada en la cabeza. Tiene GPS y, al estar conectado a Google Maps , puede consultar el estado del tráfico en tiempo real y comunicárselo a su dueño. Aunque por ahora sus movimientos, al igual que su apariencia, son más robóticos que animales, tiene margen para seguir aprendiendo. «Si bien hasta ahora es robusto y reacciona bien en distintos lugares, estamos desarrollando algoritmos para que aprenda otros aspectos de locomoción. Hay escaleras, por ejemplo, en las que puede encontrar dificultades. Pero es como un bebé, mejora con la práctica «, señala Portilla, que ha bautizado su invento con las cuatro últimas siglas del lugar donde fue creado: el Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información (ITEFI). »Ya hemos recibido ofertas de empresas ferroviarias para que nuestro perro entre en sus vías y se conecte a sus sistemas inteligentes para seguir mejorando«. A corto plazo, el equipo del CSIC espera poder instalarle sensores para detectar posibles alertas relacionadas con la salud, como una presión arterial alta o la presencia de agentes químicos en el ambiente. Con el rápido desarrollo de la inteligencia artificial, aún no se sabe hasta dónde podría llegar Tefi. «Ya existen robots con redes neuronales capaces de superar el test de Touring, que se usa para distinguir si una máquina puede tener un comportamiento inteligente, como el de un humano«. Como de momento Tefi es un prototipo, acaban de empezar a probarlo con personas invidentes . «En un año tendremos resultados más concretos. De momento está hecho con tecnología de bajo coste, pero en cuanto esté totalmente desarrollado hay que lanzar una startup y comercializarlo a través de esta. En teoría, estos procesos suelen tardar unos cinco años en materializarse, pero la tecnología robótica con inteligencia artificial avanza tan rápido que en tres años podría estar listo«, asume Portillo, que estima que este robot perruno podría costar unos 5.000 euros, si estas tecnologías no se abaratan aún más en este tiempo. Un guía animal, con otras ventajas, tiene un valor estimado de 30.000 euros.
