En la película Terminator 2: el juicio final, el primer exterminador (interpretado por Arnold Schwarzenegger) defiende a Sarah y John Connor de una nueva generación de liquidador venido del futuro, el T-1000. Lo primero que llama la atención de’ este robot es que es tan dúctil que se deforma tras recibir un golpe o balazo y enseguida se recompone. Ahora, investigadores chinos y estadounidenses han creado algo parecido a un T-1000, en versión reducida. Su creación, hecha de metal que funde casi a temperatura ambiente, puede pasar de estado sólido a líquido a voluntad de sus creadores. En los experimentos que han realizado fue capaz de escapar de una cárcel atravesando las rejas, disolviéndose por completo y recomponiéndose al otro lado. Pero también ha mostrado su capacidad para expulsar un objeto extraño dentro de un estómago o para soldar un circuito de un LED.