Si tres matrimonios heterosexuales mal avenidos se sientan alrededor de una mesa de manera que nadie esté sentado al lado de su cónyuge y manteniendo la tradicional alternancia chico-chica, como se planteó la semana pasada, solo hay una posibilidad (o dos si se consideran distintas las disposiciones simétricas especularmente), en la que los miembros de cada pareja ocupan asientos diametralmente opuestos. Pero si no se respeta la protocolaria alternancia chico-chica, hay varias disposiciones compatibles con la incompatibilidad conyugal (¿cuántas exactamente?).