Nuestras percepciones de los colores y los sonidos se pueden contabilizar igual que si los colores fuesen números visibles y los sonidos fuesen números audibles
Su papel, fundamental en numerosas áreas de las matemáticas, pero también en física e ingeniería, tardó siglos en ser comprendido por la comunidad matemática
El ortoédrico ladrillo une a su interés como cuerpo geométrico sus múltiples aplicaciones como objeto material
El matsutake nace bajo los pinos rojos de manera espontánea. Su origen reside en la asociación íntima que el hongo mantiene con el mismo pino
El encuentro se llevará a cabo por el canal de YouTube del Foro CILAC el 18 de febrero a las 16 h La libertad académica es parte de los derechos…

Decía Walter Benjamin que “Quien cuida los modales pero rechaza la mentira, se asemeja a alguien que, si bien se viste a la moda, no lleva camisa”.
Por eso, en las sociedades complejas resulta muy difícil no mentir. Porque si dices la verdad siempre, vas desnudo. Y precisamente por eso es tan difícil saber lo que es normal.
Porque lo que consideramos normal es lo que identificamos como habitual, pero nuestra percepción no siempre es capaz de captar toda la realidad, y mucho menos la que permanece en penumbra, la que los demás nos ocultan de sí mismos. Por ello, las conductas se tornan más habituales en tanto en cuanto se hacen cada vez más públicas.
La mentira como forma de engrasar la sociedad
Erving Goffman fue un sociólogo y antropólogo canadiense que desarrolló la denominada teoría de la gestión o control de las impresiones, esto es, realizaciones dramatizadas del estar social con la finalidad de controlar las impresiones de los demás. Como él mismo decía:
Probablemente no sea un mero accidente histórico que el significado original de la palabra persona sea máscara. Es más bien un reconocimiento del hecho de que, más o menos conscientemente, siempre y por doquier, cada uno de nosotros desempeña un rol… Es en estos roles donde nos conocemos mutuamente; es en estos roles donde nos conocemos a nosotros mismos.
Al final, resulta que mentir está mal, pero no siempre, y además podemos mentir e incluso mentirnos a nosotros mismos si no se nota, si pasa desapercibido. Esta escalada armamentística de la sofisticación de la sinceridad y la mentira es fruto de una interacción cada vez más compleja con el resto de personas, con la comunidad. Podéis abundar en todo ello en el siguiente vídeo:
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La noticia
Lo que es normal solo es lo que los demás te dejan ver de ellos mismos: o sea, que no sabes lo que es normal
fue publicada originalmente en
Xataka Ciencia
por
Sergio Parra
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El mundo está lleno de afirmaciones del tipo «hay un estudio que dice que…» o «según un estudio…». A esto se suma una gran cantidad de afirmaciones que tradicionalmente se han dado por verdaderas pero que nunca se han logrado replicar. Bienvenidos a la crisis de replicabilidad galopante que estás sufriendo desde hace poco.
Este problema es particularmente insidioso en el ámbito de las ciencias blandas, como psicología, sociología, etc. O sea, ciencias donde hay demasiadas variables y la complejidad es tan elevada que afirmar cualquier cosa debería hacerse con el cuidado de que avanza por un terreno lleno de minas.
Estudios en duda
En definitiva, es posible que el número de falsos positivos en la literatura científica sea mucho mayor de lo deseable debido a una combinación de bajo poder estadístico, sesgo de publicación y flexibilidad al analizar los datos. Y por eso estamos viviendo esta gran crisis de replicación.
A continuación, voy a presentaros algunas de las afirmaciones más populares de la psicología y la sociología que, sin embargo, no han logrado replicarse. Esto no significa que necesariamente sean falsas, sino que la evidencia que tenemos de su veracidad es muy débil:
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La noticia
24 afirmaciones respaldadas por estudios de psicología que no se han podido replicar satisfactoriamente
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Sergio Parra
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