¿Quién no se ha quedado absorto viendo caer las primeras gotas de lluvia sobre un charco o un lago? Es hipnótico comprobar cómo crean olas concéntricas. Una vez que ya han caído muchas gotas, la superficie del lago se llena de ondulaciones y esa primera simetría circular se difumina y se pierde para siempre. O no… ¿Creen posible que estudiando la maraña de ondulaciones del agua en un determinado momento podamos conocer dónde cayeron las gotas de agua, o cuántas y cómo eran? Pues algo muy parecido constituye una de las predicciones más fascinantes, por no decir increíble y aun así comprobada, de la teoría del Big Bang.