Cualquiera que haya observado una multitud en la zona de acceso a los baños de un concierto o en hora punta en una estación de metro o tren, ha notado que las personas que se mueven en dos direcciones dentro de esa muchedumbre apenas se chocan, menos de lo que cabría pensar. La multitud se mueve de manera sorprendentemente ordenada y avanza en los dos sentidos. Un artículo publicado recientemente en la revista científica Science explica las matemáticas que hay en ese orden dentro del caos.