En alguno de sus maravillosos libros de matemática recreativa, comenta Martin Gardner que, así como los trenes, aviones, barcos, automóviles y otros medios de transporte aparecen en numerosos problemas, se diría que los ascensores han sido olvidados por los amantes de los acertijos lógicos. No parece ser el caso de mis sagaces lectores, que siguen dándole vueltas a un problema planteado, hace varias semanas, en la entrega Ascensores problemáticos. El problema en cuestión es el siguiente, y además de hallar el menor número de ascensores, la situación se presta a plantear otras interesantes cuestiones (ver comentarios de la semana pasada):