El 4 de octubre de 1957 podría marcarse como el comienzo de todo en la era espacial. Una fecha que apenas se recuerda, salvo en los limitados círculos de geeks o nerds (empollones, para los no millennials). La fecha es fundamental para el desarrollo de nuestra vida diaria, ya que fue el momento en el que se abrió la puerta de salida de la superficie terrestre. Ese viernes, la entonces Unión Soviética lanzó con éxito el Sputnik 1, nuestro primer satélite artificial. El Sputnik 1 tenía el tamaño de un balón de playa y tardaba poco más de 98 minutos en promedio en dar una vuelta a la Tierra. Sus transmisores proporcionaron información sobre la densidad y la propagación de ondas de radio en las capas altas de la atmósfera. 92 días después de su lanzamiento, ardió en esa misma atmósfera que había ayudado a estudiar.