Hace algún tiempo un grupo de investigadores de la Universidad de Utah (Estados Unidos) realizó un estudio sobre la presión que se ejerce cuando se golpea un saco de boxeo, analizaron la rigidez que se genera en la articulación del primer dedo y la fuerza se transfiere hasta el pulgar. Con los resultados obtenidos llegaron a la conclusión de que es posible que durante la evolución humana el puño humano aumentase la rigidez de la articulación del nudillo hasta cuatro veces y duplicase la capacidad de los dedos para transmitir la fuerza. Este argumento da solidez a la teoría que defiende que cuando nuestros ancestros bajaron de los árboles y la selección para la escalada desapareció, la manipulación se convirtió en la selección dominante. Una hipótesis que, de alguna forma, permitiría explicar por qué la disposición de los nudillos de nuestras manos es diferente a la de los gorilas o chimpancés. Más de cuatro décadas de estudios En el año 2009 el premio IgNobel de biología recayó para Donald L Unger por un estudio en el que relacionó el acto de chascar -durante cinco décadas- los nudillos diariamente y la aparición de artrosis en la mano. La verdad es que esta asociación había sido objeto de análisis y debate desde mucho tiempo atrás. Uno de los primeros en analizar la causalidad fue Robert Swezey, en la década de los setenta del siglo pasado. Este investigador, tras analizar las articulaciones de casi una treintena de ancianos que solían hacerse sonar los nudillos de forma habitual, no encontró ninguna relación entre ese acto y la artrosis. En cualquier caso, en este momento la comunidad médica no recomienda esta práctica, en especial durante la infancia, ya que puede provocar la aparición de algún tipo de lesiones osteomusculares. Y es que mover repetidamente el segmento óseo de los nudillos con un crujido seco, vacío y repetitivo, para normalizarlo a continuación puede provocar una merma en el líquido sinovial de la articulación. Aplastamiento de burbujas microscópicas En general, las articulaciones de nuestro organismo provocan la aparición de un sonido audible cuando se estiran o manipulan debido al gas que queda atrapado en el líquido sinovial –un fluido viscoso que sirve de lubricante a la articulación-. Investigadores de la Escuela Politécnica de París y de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), a través de un modelo matemático, concluyeron que el chasquido de los nudillos de las manos se debe a un aplastamiento parcial de burbujas microscópicas presentes en las cápsulas articulares de los nudillos. Según ellos, sería suficiente el aplastamiento de una sola burbuja para provocar el cambio de presión y generar el sonido. La verdad es que este estudio contradice los planteamientos previos, que sostenían que el chasquido de los nudillos era la última derivada de la formación de burbujas y no de su aplastamiento. MÁS INFORMACIÓN noticia No ¿Por qué el agua de la lluvia no es salada? noticia No ¿Es posible escapar de las arenas movedizas? Al margen del debate que pueda surgir, lo que parece que sí es evidente, y en ello coinciden todos los expertos, es que el hábito de crujir los nudillos no es saludable. No lo haga. SOBRE EL AUTOR Pedro Gargantilla Médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación, en este espacio de ‘Ciencia cotidiana’ explica la ciencia detrás de los fenómenos que vivimos en nuestro día a día.